Por ello, su solución ideal es el renting, un alquiler de coches en el cual los usuarios podrán elegir el modelo con las prestaciones que más se ajusten a sus gustos y necesidades, a un precio mucho más económico de lo que esperaban.
Este tipo de alquiler cuenta con un contrato a un muy largo plazo que es actualmente una fórmula financiera básica dentro del mundo del motor. Los costes serán mucho menores que con la venta tradicional, y se asegurará una calidad mínima para poder disponer de un vehículo durante mucho tiempo y en las mejores condiciones. Y, en caso de que surja cualquier problema, o el coche se encuentre en mal estado, se ofrecerá una garantía ara poder cambiar los equipos. Lo único que deberá pagarse será una pequeña cuota mensual que permitirá mantener la liquidez de forma sencilla y que será mucho más cómoda para los usuarios. Para más información, se puede pinchar aquí.
Los renting tienen gran cantidad de ventajas, como por ejemplo, la imposibilidad de que los usuarios se endeuden con entidades bancarias. Este tipo de alquiler simplemente se convierte en un gasto principal y luego en el pago de cuotas, lo que significa que solo habrá que ingresar un pago mensual el cual cubrirá todos los impuestos, el seguro del coche y el mantenimiento del mismo. Además, el arrendatario puede prescindir de los servicios del arrendador, y él mismo puede realizar tanto el cambio del producto como la cancelación del contrato.
Si se compara este renting con otros tipos de financiación, se puede determinar que el costo del mismo es bastante alto, y puede suponer un grave problema a largo plazo. Son muchas las ocasiones en las que las empresas prefieren ingresar en una deuda y realizar el pago por la adquisición del bien. Y, aunque la eliminación del contrato se puede realizar en cualquier momento, ello supondrá una alta penalización traducida en el pago que debe generarse. El renting tampoco ingresa como una deuda de la empresa, por lo que puede adquirirse cualquier producto sin preocupaciones.
Sin embargo, a pesar de que el renting tiene múltiples ventajas, también existen unos inconvenientes que deben tenerse en cuenta. A pesar de que en su mayoría los resultados de las personas que comienzan a alquilar vehículos son muy buenos, la realidad es que cuando termine el contrato, los servicios no se podrán mantener a no ser que se decida ampliar el contrato. También existen una serie de límites que pondrá el arrendador, como el límite de kilómetros que puede recorrer el vehículo.
Si se sobrepasa esta cantidad, no se podrá seguir utilizando el coche. Esto puede suponer un problema para aquellas personas que se vean obligadas a hacer viajes muy largos de manera frecuente. Por ello, es conveniente valor tanto los puntos positivos como los negativos del renting antes de firmar cualquier contrato.
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Fuente original: Comunicae.es.